Este nuevo post va dedicado
especialmente a la ciudad de Madrid. Hola de nuevo Emtys, siento no poder haber
escrito a menudo, pero he estado liada con motivos personales. De vez en cuando
iré subiendo post.
Como he dicho antes, voy a hablar un
poco de cómo me siento en esta ciudad tan preciosa, Madrid. No es ya por su
belleza exterior, sino interior. Muchos se creen que en Madrid no se puede uno
fiar de nadie, y tienen razón, pero no en todos los aspectos. Me refiero a que
sí, no debemos confiar en cualquiera, pero eso no significa que si te ofrecen
ayuda debamos rechazarla por tan solo ser un desconocido, podría aprovecharse,
pero podría no hacerlo, eso lo decidiremos según lo prejuzguemos. Me meto en
otro tema, prejuzgar a la gente. ¿Cómo lo hacemos? Según su vestimenta, su
forma de andar, de moverse, de expresión... Hay muchas formas de prejuzgar,
pero como el tan famoso dicho dice "No todo es lo que parece". Yo
sinceramente también suelo prejuzgar, pero desde que me ha ocurrido una anécdota
en esta preciosa ciudad lo haré menos. Me fiaré de mis instintos y procuraré tener
cuidado, pero no despreciaré a una persona por el simple hecho de cómo se
exprese o qué tipo de ropa lleve, etc.
Voy a contar una anécdota que expresa
todo lo que acabo de contaros. El otro día estaba en el metro de Madrid tan
tranquila como siempre, con gente de toda clase, es decir que si decimos que
hay de toda clase, ya estamos prejuzgando a un grupo de personas clasificándolas
según los motivos que he comentado antes... ¿Por qué no podremos valorarnos
todos siempre iguales? ¿Será porque lo hemos estado haciendo desde que tenemos uso de razón desde los comienzos de la humanidad? Bueno, continuo, estaba yendo a recoger a una amiga,
cada persona iba a lo suyo, yo incluida (escuchando música). De repente veo
como una chica está pálida apoyada en uno de los posabrazos del metro y se cae
hacia delante. Se desmayó. Tumbada en el suelo mucha gente de la que estaba en
lo suyo deja de hacer o de pensar lo que estuviera haciendo en ese mismo
instante para ayudar a la chica que se había quedado en el suelo inconsciente.
Es ahí cuando todos (incluida yo) vamos a ayudarla, la reanimamos, un hombre
con un periódico le echa aire, otra chica pide agua, varios intentan
levantarla cuando ya parece despertarse. Todos la ayudamos, todos los que estábamos
en nuestro mundo lo dejamos apartado para ayudar a una simple desconocida que
acaba de desmayarse. ¿Por qué? Pienso que es por puro instinto, por empatía,
porque si nos pasara a cada uno de nosotros estando solos, desearíamos que
alguien se preocupara por nosotros, aunque no conozcamos a ese alguien, pero
nos estaría ayudando. Es por eso que pienso que aunque cada persona sea un
mundo y tenga diferentes tipos de ideas, vestimenta, expresión, etc., no quiere
decir que sea una buena o mala persona. Sí, de primeras desconfiamos, pero siempre si
te dan una mano, pienso que hay que dar una oportunidad.
No sé si se habrán dado cuenta, o lo
intuían, pero esa chica fui yo. Es por eso que digo que Madrid aparte de ser
bonita por fuera como ciudad, también es bonita por dentro con las personas que
hay en ella.
Un saludo muy grande Emtys, y muchos
besos de parte de esta escritora primeriza.
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